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Un hambre extraña

Short story by Pablo Jorge Diaz Varela.

Un hambre extraña

Pablo Jorge Diaz Varela

En un principio Carlos pensaba que sus molestias en el estómago, eran producto de una mala experiencia, de esas que ocurren cuando uno come demasiado en la noche y amanece sintiéndose mareado. Pero el problema comenzó a escalar cuando vio junto a su novia aquella película sobre un hombre que devoró a otro en Rotemburgo. Su estómago no se extrañó ante las escenas grotescas, ni se le hicieron pequeños los ojos frente a la pantalla. Las únicas reacciones de su cuerpo fueron la salivación profunda y un gruñido de estómago que le hizo sentir vacío. Cualquiera en su lugar habría pensado que su cuerpo estaba sintiendo hambre. Pero Carlos no se sentía cómodo con esa explicación, desde su perspectiva aquello se trataba de algo distinto, él sentía como si su cuerpo le estuviese invitando a probar algo nuevo. Mientras tanto, fumaba mariguana con su novia, pensando si su hambre era producto de la droga o si en verdad estaba deseando probar carne humana.

Los delirios por consumo de cannabis, son contados, sin embargo, muchos estudios apuntan que el consumo de dicha planta puede acelerar o desencadenar procesos psicóticos, sobre todo en personas con antecedentes de esquizofrenia o enfermedades mentales en su familia.

Era común para Carlos amanecer siempre con una sensación de vacío en el estómago, sin importar cuánto comiera la noche anterior. Eso era lo que lo convencía de que su padecimiento debía ser causado por algo diferente, arraigado en el fondo de su cuerpo. Nunca le había contado de sus malestares a un médico, prefería reservar esas ideas para sí mismo.

Lo único evidente fue que después de ver aquella cinta comenzaron sus pesadillas, estas se sumaron a las habituales molestias estomacales que lo despertaban en la mañana con una sensación de hambre y miedo. Primero los sueños eran como flashes, se trataba de recuerdos borrosos de su infancia; en algunos mordía lápices de madera hasta dejarlos astillados y en otros comía pastel hasta el hartazgo. Pero con el tiempo esos sueños cambiaron, se transformaron en una imagen de Carlos mordiendo el brazo de su hermano Jacobo, en el sueño mordía la piel hasta exponer el músculo mientras su hermano lloraba en silencio.

Los sueños le causaban tal desesperación, que para el primer mes comenzó a cambiar, no sabía si las pesadillas eran causadas por la película o si estaba convirtiéndose en un caníbal. Fue por eso que prefirió alejarse de su novia, pensando que un día podría desear comérsela. A partir del segundo mes, Carlos se volvió más solitario, sus únicas salidas eran para asistir a la escuela y poco a poco sus amigos dejaron de hablarle.

Su mamá comenzó a preocuparse por el comportamiento de Carlos, quien siempre había sido un chico extrovertido, dispuesto a salir con sus amigos incluso aunque no le dieran permiso. Así que una mañana se metió en su cuarto para obligarlo a hablar con ella. Carlos no sentía la confianza para contarle la verdad a su madre, pero conforme las pesadillas se prolongaron se animó a describirle algunos detalles. Para el joven aquellos sueños pesadillescos, eran algo así como un recuerdo y entre más los veía, más cosas extrañas encontraba en ellos.

Fue el descubrimiento que tuvo en su tercer mes encerrado el que le provocó su mayor miedo. Soñó una noche con el segundo cumpleaños de su hermano menor: Jacobo, estaban en un restaurante para niños estilo noventero: con ventiladores de techo, sillas coloridas y juegos. En el sueño su hermano era cargado para soplar las velas del pastel, pero al hacerlo una de las aspas del ventilador le rebanaba un trozo de carne de la mejilla. En ese momento el pedazo de piel del tamaño de un sacapuntas caía sobre el pastel, y Carlos de apenas cuatro años se lo metía a la boca para comérselo, ante la mirada de espanto de su familia.

El sueño concordaba perfecto con la pequeña cicatriz de Jacobo y se sentía tan real para Carlos que pensaba que aquello podía realmente haber ocurrido. Esto fue lo que le contó a su madre, esperando que ella lo consolara. Para su sorpresa, aquella escena era un recuerdo real. Los hechos habían ocurrido de un modo similar a su sueño, solo que, en lugar de su familia, fueron las mamás de otros niños quienes lo miraban aterradas.

Para la mamá de Carlos no se había tratado de algo grave si no simplemente de algo que hacen los niños. Sin embargo, el poco tacto que tuvo para explicárselo a su hijo hizo que éste se sintiera cada vez peor por lo acontecido. Durante aquella semana Carlos pasó por Jacobo en su coche para llevarlo a su práctica de fútbol, pero al momento de bajar del auto lo mordió con fuerza tratando de arrancarle un pedazo de piel del hombro. No tuvo éxito y su hermano lloró mientras le propinaba un golpe en la cara para salir huyendo. Jacobo les contó a sus padres lo ocurrido y Carlos fue llevado a un psiquiatra al día siguiente.

En el psiquiatra, el médico de turno cuestionó durante varias horas a Carlos. Luego lo dejó en la sala de espera y le preguntó a su padre por algún familiar suyo con antecedentes de psicosis o esquizofrenia, para descartar otros problemas.

La mamá de Carlos había escuchado hablar del tío abuelo Esteban, en su familia comentaban que se había vuelto loco por beber agua con plomo. Así que cuando se enteró del posible diagnóstico de su hijo acudió personalmente para contarle todo al psiquiatra. Ese mismo día Carlos escapó de su casa por una ventana, fue encontrado horas más tarde por la policía; se había afilado los dientes con una lima; tenía entre las encías los restos del brazo y las uñas de un niño desconocido.

Pablo Jorge Diaz Varela

Pablo Jorge Diaz Varela (Mexico) has been a resident of Mexico City for more than twenty years. He is the son of a migrant woman of Chilean origin. He graduated with a degree in Latin American Studies from the National Autonomous University of Mexico (UNAM). He currently works as a proofreading assistant for some NGOs and web pages such as the Academy of Arts of Mexico. One of his most recent texts “Doctor Sangre” can be read in the Herederos del Kaos literary and artistic archive.

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